miércoles, 30 de marzo de 2016

DANIEL LOZANO La Habana @danilozanomadri Actualizado 30/03/201620:06 La ofensiva propagandística del Gobierno de Raúl Castro para atajar la creciente popularidad de Barack Obama en la isla ha provocado críticas incluso entre algunos de sus militantes. Un artículo publicado en la oficialista 'Tribuna de La Habana' titulado "Negro, ¿tú eres sueco?" fue calificado de "racista" por el escritor Víctor Fowler, según 'Diario de Cuba'. Y no es para menos. "[Obama] optó por criticar y sugerir, con sutilezas, en una velada, pero a la vez inconfundible incitación a la rebeldía y el desorden, sin importarle estar en morada ajena. No cabe dudas, a Obama se le fue la mano. No puedo menos que decirle -al estilo de Virulo- "¡Pero Negro, ¿tú eres sueco?", escribió Elías Argudín Sánchez. El régimen cubano se ha esforzado sobremanera desde la partida del presidente estadounidense en mitigar el 'efecto Obama', llegando incluso a difundir ampliamente que había usado telepromter en su histórico discurso al pueblo cubano. "Obama en el Gran Teatro de La Habana o el gran teatro de Obama en La Habana", tituló 'Juventud Rebelde' tras el acontecimiento. El culmen de esta ofensiva fue la última reflexión de Fidel Castro, titulada 'Hermano Obama', en la que el líder histórico de la Revolución aseguró que "no necesitamos que el Imperio nos regale nada". "Obama logró colar, con carisma y sortilegios verbales, el añejo mesianismo imperial con respecto a Cuba, y no han faltado los obnubilados", destacó Yuniel Labacena en las mismas páginas. El artículo de Argudín fue borrado de la web oficialista en medio del huracán de críticas, precisamente cuando el ex presidente cubano había destacado en su escrito la lucha llevada a cabo por la Revolución contra la discriminación racial. La blogosfera cubana debate con pasión reacciones y consecuencias del histórico viaje. "]Obama] está acostumbrado a defender sus criterios en ambientes absolutamente hostiles. Ahora mismo gobierna con una mayoría republicana con la que no tiene paz un día. Si dijo mentiras a medias o completas o no las dijo en absoluto me parece hasta perder el tiempo discutiéndolo. Me interesa que vino sin prepotencias, amigablemente y con el propósito bien definido de restablecer las relaciones", concluye Ulises Toirac en el boletín 'El Tropelaje'

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