miércoles, 1 de junio de 2016
¿Islandia, saturada de turistas por Airbnb? Esta semana podría aprobarse una ley que controlaría el alquiler vacacional, en un país cuyo atractivo se basa en los paisajes vírgenes y el estilo de vida tradicional Imagen aérea de Reikiavik (Travelpix Ltd / Getty) 90 4 VIAJES 31/05/2016 12:53 | Actualizado a 31/05/2016 14:58 La explosión turística experimentada por Islandia estos últimos años ha puesto en alerta a las autoridades, que temen que una mala gestión pueda tener un impacto negativo en un país que basa su atractivo en los paisajes vírgenes y el estilo de vida tradicional. Una de las medidas que podría aprobarse esta misma semana intentaría poner control al crecimiento desbocado de Airbnb. La nueva legislación, según publica The Guardian, pretende restringir a 90 el número de días que los propietarios locales pueden poner en alquiler sus residencias libremente. Superado este periodo, estarían obligados a pagar los correspondientes impuestos. Con ello se persigue reestablecer un delicado equilibrio que amenaza con romperse. Tras el colapso económico de 2008, el turismo se ha convertido en la principal fuente de ingresos del país. Con una población de 335.000 habitantes, las previsiones apuntan que este año Islandia recibirá alrededor de 1,6 millones de extranjeros atraídos sobre todo por los numerosos glaciares, fiordos, campos de lava, rutas de senderismo, aguas termales y el sol de medianoche. Esta cifra supone un incremento del 29% respecto a las cifras del año pasado. Erupción del géiser Strokkur (Islandia) (photo by Dave Moore / Getty) Se dispara el alquiler turístico La demanda turística ha hecho florecer el alquiler turístico. En ciudades como Reikiavik, la oferta de apartamentos de arrendamiento a corto plazo de Airbnb y otros sitios web similares ha copado las calles más céntricas. Y es que un estudio estima que este último año la actividad de Airbnb en la capital islandesa ha aumentado un 124%, lo que ha provocado que solo su principal vía cuente con más de un centenar de pisos disponibles. Esta circunstancia está provocando importantes desajustes en el mercado, a causa de un aumento espectacular de los precios y la escasez del alquiler de vivienda a largo plazo. Además, se han alzado voces desde diferentes sectores alertando del peligro de vaciar el centro de Reikiavik de sus habitantes locales y convertirlo en territorio turístico. El pasado mes de abril, en un intento de frenar el auge descontrolado, el Tribunal Supremo dictaminó que, como requisito previo para alquilar este tipo de apartamentos, es necesaria la aprobación del resto de residentes de la finca. La medida ha empezado a aplicarse en algunas pequeñas localidades cuya oferta de alojamiento turístico casi triplica el número de sus habitantes. Una de las calles del centro de Reikiavik (Pavel Gospodinov / Getty) Falta de infraestructuras Absorber una demanda turística creciente sin contar con una infraestructura suficiente es uno de los grandes retos a los que se enfrenta el país. Aunque, de momento, los islandeses no muestran rechazo a la presencia cada vez mayor de extranjeros, las autoridades han detectado ciertas tensiones en sitios especialmente concurridos no solo en la capital, sino también en lugares como la cascada de Gullfoss, Geysir o el parque nacional de Pingvellir. El problema es, en ocasiones, la falta de servicios básicos como lavabos o aparcamientos públicos, o la invasión de espacios protegidos. Entre otras medidas, se están planteando abrir aeropuertos locales a vuelos internacionales, con el fin de equilibrar el número de visitantes en todo el país, favoreciendo los viajes a zonas menos accesibles durante cualquier época del año. De esta forma, se conseguiría también proteger la capital. Existe cierto temor a precipitarse a la hora de tomar decisiones que podrían tener consecuencias negativas en la economía y el patrimonio de Islandia. Por ello, el Gobierno intenta llevar un control firme sobre el sector
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario