martes, 14 de junio de 2016
Libro : Templarios, griales, vírgenes negras y otros enigmas de la historia. Página 46. La nueva orden fundada por Fabré-Palaprat gozó de cierta popularidadentre la aristocracia revolucionaria que procedía en su mayor parte de una burguesía a la que deslumbraban los títulos, la pompa, las ceremonias y los vistosos uniformes. Su presentación, el día 18 de marzo de 1808, aniversario de la ejecución de De Molay, en la iglesia de San Pablo de París constituyó el acontecimiento mundano más sonado de la corte de Napoleón. Los oficiales de la falmante orden, tenderos y menestrales venidos a más que habían adquirido sus flamantes títulos al avispado Fabré-Palaprat, comparecieron ataviados con sus blancas capas de cruzados y engalanados con arneses militares e imaginativas condecoraciones. Después, pasada la euforia de estos brillantes inicios, la orden languideció y nunca alcanzó la relevancia de sus predecesoras alemanas ni llegó a contar con un número significatico de adeptos fuera del círculo parisino.
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